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NOVENA A

SANTA TERESA DE ÁVILA

Día 1°

Oraciones para todos los días

Lector: Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

 

Señor nuestro Jesucristo, que por el amor que tenías a santa Teresa, la encargaste que mirase por tu honra, porque tu honra es su honra y la tuya suya. Aquí nos tienes con deseos de complacerte consagrando este día a honrar a nuestra especial protectora santa Teresa de Jesús.

 

Todos: Acepta, Señor nuestra oración en satisfacción de los pecados cometidos, y en agradecimiento por todos los beneficios. Te pedimos por los méritos de santa Teresa la conversión de lo pecadores, la perseverancia de los justo, y que sobre cada uno de nosotros se cumplan los designios amorosos de tu corazón.

 

Lector: Santa Madre Teresa de Jesús, que supiste dar gusto a todos, cuando vivías en el mundo, siendo por ello muy querida por cuantos te conocieron, ahora que vives en el cielo querrás favorecernos con mayor razón.

 

Todos: Por eso te pedimos confiados, que sepamos aprovecharnos de tu doctrina, para desear las cosas celestiales y despreciar lo que puede apartarnos del bien, viviendo como tu viviste y muriendo como tu, purificados por el amor de nuestro Dios y Señor

Meditación para el día primero: Amor a Dios

 

Amar a Dios sobre todas las cosas,es el primer mandamiento y la primera exigencia que tenemos ante Dios. Dios nos ha amado primero, y debemos corresponderle con amor. A veces tenemos amor para todos menos para El. Los que de verdad le quieren, buscan darle gusto en todo y le sirven con justicia, fortaleza y humildad. No está el amor en sentimiento, sino en la determinación de hacer y padecer por El lo que se nos ofrezca, a imitación de santa Teresa de Jesús.

 

Oración final:

 

Lector: Movidos por la promesa que hiciste a santa Teresa de no negar lo que ella te pidiese, acudimos a Ti con la confianza de que nos concederás, por su intercesión, aumento de gracia y de virtudes.

 

Todos:  Diste palabra, Dios mio, y tu palabra no puede faltar. Tu dijiste: los cielos y la tierra pasarán, más mis palabras no faltará. Sé, Señor fiel a tu promesa, concediéndonos lo que pedimos.

 

Lector: Santa Madre Teresa, alcánzanos de Jesús, un corazón como el tuyo, totalmente de Dios, en vida, en muerte y por toda la eternidad.

 

 

 

Día 2°

 

Meditación para el día segundo: Santa Teresa, Maestra de oración

 

Orar es tratar con Dios como con un amigo, que nos ama. Es entender qué hablamos y con quién. Pensar lo poco que le hemos servido y lo que le debemos servir. La oración es el medio de alcanzar todas las virtudes y lo más necesario para nosotros. La vida de santa Teresa fue una oración continua. Procuraba lo más posible traer a Jesucristo dentro de sí. Orando venció las tentaciones y fortaleció su fe, esperanza y caridad.

 

Nos excusamos con que no sabemos hacer oración - Y sin embargo, nada hay más fácil. Ora todo el que levanta los ojos al cielo y mira con humildad a Dios. Si hablamos con otras personas, ¿por qué nos han de faltar palabras para hablar con El?. Acostumbrémonos a andar en compañía de Cristo y a tratarle con amor y confianza. Hagamos el propósito de dejarlo todo antes que la oración. Es muy poco lo que se nos pide, para el cielo eterno que se nos promete.

 

 

Día 3°

 

Meditación para el día 3º: Santa Teresa de Jesús agradecida

 

La gratitud es una virtud que recompensa con el deseo y con las obras el beneficio recibido.- Aumenta en nosotros el amor a Dios. Le ama más quien reconoce que todo lo que tiene se lo debe gratuitamente a El. Santa Teresa supo agradecer el más pequeño favor. Imitando a Cristo, fue agradecida hasta con los que la ofendían, porque le daban ocasión de practicar la caridad y la paciencia.

 

¿Damos gracias al Señor por los beneficios recibidos? Imitemos a santa Teresa y no seamos ingratos. Que nunca se puedan referir a nosotros las palabras del Profeta: Hijos crié y ensalcé, y ellos me han menospreciado.

 

 

Día 4°

 

Meditación para el día 4º: Amor de santa Teresa a Jesús Sacramentado

 

Jesús en la Eucaristía es el regalo más maravilloso de Dios a los hombres, la manifestación de su corazón de Padre, el remedio de todos nuestros males. Se quedó con nosotros para no dejarnos solos;y para transformarnos en El, se convirtió en alimento. Santa Teresa supo agradecer la presencia sacramental del Señor. Todos sus afanes consistieron en procurarle nuevos templos, y, sobre todo, en recibirle cada día con fe, pureza y amor.

 

¿Cuál es nuestro amor y agradecimiento a Jesús Sacramentado? ¿Estamos convencidos de que en El hallaremos todo, que es víctima por nuestros pecados, pan y fuerza, acción de gracias al Padre por sus beneficios? A pesar de nuestras miserias, acerquémonos a la Eucaristía y recibamos a Jesús, con gran amor, humildad y agradecimiento.

 

 

Día 5°

 

Meditación para el día 5º: Amor de santa Teresa al prójimo

 

El amor a los hermanos es el camino más rápido para llegar a Dios- La prueba mejor de que le amamos. Es la síntesis de todas las virtudes, porque es sufrido, benigno, no tiene envidia, no es soberbio ni ambicioso, se alegra con la verdad, todo lo tolera, todo lo cree, todo lo espera- Santa Teresa manifestó su amor al prójimo, y de un modo especial con los que estaban en pecado y con los que le injuriaban y ofendían. Su venganza para con estos era amarlos más y encomendarlos a Dios con mayor fervor.

 

¿Amamos a nuestros hermanos? Si no lo hacemos, es porque no vemos al prójimo como imagen de Dios, como hijo y obra suya. Pecar contra el hermano es pecar contra Cristo, y hacerle bien es hacer bien a Cristo, del cual es un miembro vivo. El mandamiento principal del Señor es el amor al prójimo. ¿Cómo podremos, entonces, dejar de amarle?

 

 

Día 6°

 

Meditación para el día 6º: Amor de santa Teresa a la Virgen María

 

María es el resumen de todas las gracias que una criatura puede recibir de Dios. Es Madre y una madre se desvive por el bien de sus hijos. Es virgen, y por eso comunica hermosura y pureza. El amor a María en santa Teresa fue uno de sus distintivos, después del que tuvo a Dios. A Ella acudió en las dudas, en las tentaciones, en los peligros, en los sufrimientos y en todos los momentos decisivos de su vida.

 

La devoción a María es señal de salvación y adelantamiento en la virtud. Antes perderlo todo que dejarla de amar y servir. Acudamos a Ella con la confianza de un hijo. Pidámosle, como santa Teresa, que nos dé la perseverancia en su amor y servicio y que nunca nos abandone.

 

 

Día 7°

 

Meditación para el día 7º: Amor de SantaTeresa a San José

 

San José es el santo de la humildad, de la oración, del recogimiento, de la vida interior. El santo más amado y honrado de Dios, el que socorre en todas las necesidades, el que enseña a orar, para no errar en el camino del cielo. Santa Teresa quería que todos fueran devotos de San José, por la experiencia que tenía de los bienes que alcanza de Dios.Entre otros, que le concediera la salud, cuando se veía a punto de morir, sin solución de los médicos.
 

La devoción a San José debe ocupar un lugar preferente en nuestra vida, para imitar a Jesús y a María al que le estuvieron encomendados, y para seguir las enseñanzas de la Iglesia que lo ha nombrado su Patrón universal.

 

 

Día 8°

 

Meditación para el día 8º: Humildad de Santa Teresa

 

La humildad es el conocimiento de nuestra miseria junto a una confianza grande en el Señor, que todo lo puede y nos quiere ayudar. La verdadera humildad no inquieta, ni turba, ni acongoja el alma, sino la dilata y hace más hábil para servir a Dios. Comunica paz y sosiego. Engendra la generosidad y la confianza en Dios, porque no puede haber humildad sin amor, ni amor sin humildad. Santa Teresa entendió de verdad que sólo los pecados eran hierba de su huerta, y que al Señor debía todo el bien que obraba.
 

¿Somos humildes? ¿Estamos convencidos de que no podemos nada por nosotros mismos, pero que podemos cosas grandes apoyados en Dios? Imitemos a Santa Teresa que supo reconocer la verdad de las palabras de Cristo: "Sin Mi nada podéis hacer", junto con aquello de San Pablo:" Todo lo puedo en Dios que me conforta".

 

 

Día 9°

 

Meditación para el día 9º: Paciencia y mortificación de santa Teresa

 

La paciencia nos enseña a tolerar con igualdad de ánimo y hasta con alegría los males de la vida.La mortificación sirve de medio para alcanzar todas las virtudes, que no llegan a poseerse sin esfuerzo. Con la paciencia y mortificación. dice santa Teresa, nos vencemos a nosotros mismos y tenemos paz. Ella tomó como lema: O padecer o morir, y creía que su vida era inútil si no padecía para Dios.

 

El merecer no está en gozar, sino en obrar padecer y amar. Repasemos nuestro amor al padecer y podremos deducir nuestro aprovechamiento en la virtud. Para llegar hasta conseguir alegría en los sufrimientos, pensemos en el premio, en la corona, en la salud que por ellos se alcanza. Pidámoslo por intercesión de Santa Teresa.

 

 

 

 

Poema:

 

Nada te turbe,
nada te espante.
Todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene
nada le falta.
¡Solo Dios basta!

Eleva el pensamiento, 
al cielo sube; 
por nada te acongojes, 
nada te turbe.

A Jesucristo sigue 
con pecho grande; 
y, venga lo que venga, 
nada te espante.

¿Ves la gloria del mundo? 
Es gloria vana; 
nada tiene estable, 
todo se pasa.

Aspira a lo celeste 
que siempre dura; 
fiel y rico en promesas, 
Dios no se muda.

Ámale cual merece, 
Bondad inmensa; 
pero, no hay amor fino 
sin la paciencia.

Confianza y fe viva 
mantenga el alma; 
que quien cree y espera 
todo lo alcanza.

Del infierno acosado 
aunque se viere 
burlará sus furores 
quien a Dios tiene.

Vénganle desamparos, 
cruces, desgracias; 
siendo Dios su tesoro 
nada le falta.

Id, pues, bienes del mundo, 
id, dichas vanas; 
aunque todo lo pierda 
solo Dios basta.

 

 

 

Santa Teresa de Jesús,

ruega por nosotros.

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